miércoles, 1 de octubre de 2008

ENVUÉLVEME

Envuélveme tristeza de la noche,
en hilos dorados de tus sueños.
Regálame espacios de tu luna,
con ríos, con montañas y deseos.

Abrígame con tu presencia,
ilumina tiernamente mi camino,
abraza el silencio reprimido,
de tanta pasión que me arrebata.

Son sueños, sólo sueños,
mis deseos, que abrazan
en la noche su hermosura,
dejando una estela de ternura.

Me pierdo y me encuentro,
diferente, audaz, atropellada,
ferviente, afanosa,
enamorada.

Algo ha pasado, sin dudas,
ya sólo puedo esperar,
abrazarte a cada instante,
y pedirte más y más.

Ya no importa, todo nace,
como nace, ha de morir,
y aprovecho este momento,
para poderlo decir.

Por eso vuelvo a pedirte,
atrápame sin temor,
y sólo hablaran mis besos,
de mi locura de amor.

QUISIERA SER

Quisiera ser, por un día,
un sueño, una esperanza,
el refugio, que tu buscas,
reposando en la montaña.

Quisiera ser, un segundo,
una ola que arremete,
bajo el mar embravecido,
llenándonos de placeres.

Quisiera ser una noche,
noche fresca, enamorada,
el torrente de mil ríos,
que reposen en tu alma.

Quisiera ser, en el mar,
el faro que tu deseas,
para llegar a buen puerto,
cuando arrecie la tormenta.

Simplemente, yo quisiera,
ser deseo que arrebata.
El sueño que tanto añoras,
que de repente, te atrapa.

Quisiera ser, ese espejo,
para poder encontrarte,
y dibujar con mi amor,
el sueño que me dejaste.