CHAITÉN

Volcán, te llegó la hora,
en erupción has entrado,
los hombres muy asustados
no comprenden tu actitud.

Más tú, sin pedir permiso
con cenizas que se esparcen,
llenas de blanco, por partes,
todo lugar y región.

El hombre sale corriendo,
sus casas ya, ni interesan,
sólo escapar es la meta,
que tú, obligas a tomar.

Otra vez, yo me pregunto
cuando veo tu poder,
tanto se extraña el hombre,
del misterio de tu ser.

Así es la Naturaleza,
con la que nunca se juega,
pues siempre trae sorpresas
aunque quieras reprenderla.

Quizás en este momento
recuerdes, tu pequeñez,
olvides de tus errores,
por querer, permanecer.

Sólo es cierto que la vida
nos regala de momentos,
para vivir y soñar,
disfrutarlos y quererlos.

No olvidar que cada día,
es un regalo infinito.
Aprender a disfrutarlos
es sentir y revivirlos.