Luna plateada, reflejos rojos,
veo en tus ojos, aun sin mirarme.
recorro ansiosa, cada camino,
buscando en ellos, un desafío.
Modelos invisibles,
figuras detalladas,
desprenden de tus labios,
cual el fulgor, la llama.
Inquieta, e insistente,
te miro, a cada instante,
buscando en tu semblante,
un halo, que me aliente.
Tu luz, siempre latente,
en cada despedida,
se queda reservada,
para aliviar, mi herida.
Te espera mi silencio,
recorro, tus pasiones,
envuelvo en mi ilusión,
tus locas sensaciones.
Te quiero como eres,
así me gustas siempre,
adoro tus virtudes,
fuego de amor, latente.
sábado, 11 de octubre de 2008
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